· santos · 7 min lectura

Teresa de Calcuta

La alegría de amar

La alegría de amar

Escrito por Facundo Barreto


Agnes, la pequeña flor

Agnes Gonxha Bojaxhiu nació el 26 de agosto de 1910, en Skopje, actual Macedonia, que en ese entonces formaba parte de Albania. Ya desde temprana edad llevaba en su interior un particular amor por las almas, su vocación y carácter fueron impresos por las dificultades que su familia tuvo que pasar, desde que falleciera su padre, cuando Agnes tenía apenas ocho años. Aún así, no faltó en su infancia el amor y la fe que recibió de su madre y la parroquia jesuita del Sagrado Corazón de Jesús.

Cuando Agnes cumplió los dieciocho años, animada por el espíritu misionero, dejó su casa en septiembre de 1928 para ingresar en el instituto de la Bienaventurada Virgen María, conocido como Hermanas de Loreto, en Irlanda. Ahí recibiría el nombre de Teresa por Santa Teresa de Lisieux, patrona de las misiones y doctora de la iglesia.

De sangre soy albanesa. De ciudadanía, India. En lo referente a la fe, soy una monja Católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús. — Santa Madre Teresa de Calcuta

En el mes de diciembre inició su viaje hacia India, llegando a Calcuta el 6 de enero de 1929. Después de profesar sus primeros votos en mayo de 1931, la Hermana Teresa fue destinada a la comunidad de Loreto Entally, en Calcuta, donde enseñó en la Escuela para chicas St. Mary.

El 24 de mayo de 1937 hizo su profesión perpetua, convirtiéndose así, según sus palabras, en esposa de Jesús para toda la eternidad. Desde ese momento se la llamó Madre Teresa.

Al ser una persona de profunda oración y de arraigado amor por sus hermanas religiosas y por sus estudiantes, los veinte años que Madre Teresa transcurrió en Loreto fueron de profunda alegría. Caracterizada por su caridad, altruismo y coraje, por su capacidad para el trabajo duro y por un talento natural de organizadora, vivió su consagración a Jesús entre sus compañeras con fidelidad y con amor.

Misionera de la caridad

El 10 de septiembre de 1946, durante un viaje, Madre Teresa recibió lo que denominó la llamada dentro de la llamada en la que una sed de amor y almas se apoderó de su corazón convirtiéndose en la fuerza motriz de toda su vida. Durante los siguientes meses, Jesús siguió llamándola y le reveló su dolor por el olvido de los pobres, su pena por la ignorancia que tenían de Él y el deseo de ser amado por ellos. Ven y sé mi luz, no puedo ir solo. Jesús le pidió a Madre Teresa que fundase una congregación religiosa, Misioneras de la Caridad, dedicadas al servicio de los más pobres entre los pobres.

Dios ama todavía al mundo y nos envía a ti y a mi para que seamos su amor y su compasión por los pobres. — Santa Madre Teresa de Calcuta

Después de dos años de prueba y discernimiento, recibió el permiso para comenzar. El 17 de agosto de 1948 se vistió por primera vez con el sari blanco orlado de azul y atravesó las puertas de su amado convento de Loreto para entrar en el mundo de los pobres. Después de algunos meses comenzaron a unirse a ella sus antiguas alumnas, y el 7 de octubre de 1950 fue establecida oficialmente la nueva congregación de las Misioneras de la Caridad. Poco a poco, su obra comenzó a extenderse primero a otras partes de India, y luego a otros países del mundo. Con el tiempo, fundó también varias asociaciones derivadas de las Misioneras de la Caridad para responder mejor a las necesidades físicas y espirituales de los pobres.

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Durante estos años, el mundo comenzó a fijarse en Madre Teresa y en la obra que ella había iniciado. Numerosos premios, comenzando por el Premio Indio Padmashri en 1962 y de modo mucho más notorio el Premio Nobel de la Paz en 1979, hicieron honra a su obra. Al mismo tiempo, los medios de comunicación comenzaron a seguir sus actividades con un interés cada vez mayor. Ella recibió, tanto los premios como la creciente atención para gloria de Dios y en nombre de los pobres.

Para el año 1997 las Hermanas de Madre Teresa contaban casi con 4.000 miembros y se habían establecido alrededor de 610 fundaciones en 123 países del mundo. El 5 de septiembre de ese mismo año, su trabajo en la tierra llegó a su fin.

Menos de dos años después de su muerte, a causa de lo extendido de la fama de santidad de Madre Teresa y de los favores que se le atribuían, el Papa Juan Pablo II permitió la apertura de su Causa de Canonización, y el 20 de diciembre del 2002 aprobó los decretos sobre la heroicidad de las virtudes y sobre el milagro obtenido por intercesión de Madre Teresa.

Fue beatificada por San Juan Pablo II el 19 de octubre del 2003. Y canonizada 13 años después por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro el 04 de septiembre del 2016 dentro de la celebración del Jubileo de los voluntarios y operarios de la misericordia.

La alegría de amar

Madre Teresa comenzaba cada día entrando en comunión con Jesús en la Eucaristía y salía de casa, con el rosario en la mano, para encontrar y servir a Jesús en los no deseados, los no amados, aquellos de los que nadie se ocupaba. Toda su vida y su trabajo fueron testimonio de la alegría de amar, de la grandeza y de la dignidad de cada persona, del valor de las cosas hechas con fidelidad y amor, y del valor incomparable de la amistad con Dios.

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Uno creería que una persona así, tan entregada al amor de Dios y al servicio, sentiría la gracia de vivir abrazada a Dios, constantemente perfumada por su aroma y su presencia. Sin embargo, solo después de su muerte se conoció este lado heroico de Madre Teresa, algo que nadie habría imaginado: en su vida interior experimentó un profundo, doloroso y constante sentimiento de separación de Dios, incluso de sentirse rechazada por Él, unido a un deseo creciente por su amor. Ella llamó oscuridad a esta experiencia interior que comenzó más o menos al inicio de su servicio a los pobres y que continuó hasta el final de su vida.

El amor, para que sea auténtico, debe costarnos — Santa Madre Teresa de Calcuta

Aún con este sentimiento de abandono en su interior, no dejó nunca de ser luz y portadora del abrazo y el amor de Dios, no dejó nunca de entregar su vida a los pobres, de sonreír y enseñar que las caricias de sus manos, que la atención de su mirada, no eran sino más que instrumentos de Dios. Madre Teresa nos dejó el ejemplo de una fe sólida, de una esperanza invencible y de una caridad extraordinaria. Su respuesta a la llamada de Jesús, hizo de ella una Misionera de la Caridad, una madre para los pobres, un símbolo de compasión para el mundo y un testigo viviente de la sed de amor de Dios. Con su vida, nos dejó el ejemplo de la entrega y el servicio, la alegría de amar sin condiciones y sin medida, amar tan solo, amar a todos.

Mirá, mirá. Te cuento algunas cosas más

1. ¿Sabías que Madre Teresa de Calcuta tenía una novena de emergencia? Consistía en rezar diez Memorares en un solo día, y sí, dije diez y no nueve, porque daba la colaboración de los cielos tanto por sentado, que siempre añadía un décimo Memorare de inmediato, en acción de gracias por el favor recibido.
2. ¿Sabías que su amistad con Juan Pablo II le aseguró una vía rápida a la santidad, iniciando su proceso de Canonización solo dos años después de su muerte? Según lo establecido por la Iglesia, el proceso de Canonización debe iniciarse después de cinco años (como mínimo) de la muerte del candidato. ¡Nuestra pequeña santa encontró un atajo!
3. ¿Sabías que Madre Teresa vivió varios años de oscuridad, sintiéndose abandonada por Dios? Esa oscuridad manifiesta una particular unión con Jesús, ella estaba tan unida a Él que podía compartir su dolor más grande, el dolor de Getsemaní y el de la Cruz.
4 ¿Sabías que Madre Teresa fue la heroína de un cómic de Marvel? Apa, esa te la dejo picando. La esperamos para la Fase 4, sin duda.
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